Mi almohada huele a rostros extraños, a reuerdos que no quiero, huele a no saber qué hago, Te quiero y te espanto, te odio y te quiero a mi lado, mentira. Lo doy todo sin nada a cambio, no es generosidad, es que no quiero nada. ¿Lo entiendes? ¿ME ENTIENDES? Seguro que no No, no mires a otro lado, le hablo al del espejo, estoy enfrente. Me hablo y no me entiendo, tu voz me taladra el cerebro, de verdad que no quiero, no quiero escucharme más, quiero volar libre sin el lastre del recuerdo pero sin el estoy condenado a morir de nuevo y con las alas agujereadas seguro que no llego muy lejos.
Cada nuevo amanecer guarda una nueva oportunidad, una nueva vida de 24 horas de duración perseguida por el anochecer. Vas a contrareloj y sin aliento. Ahora imagina que es la última vez que ves salir el sol, que cada segundo se te escapa sin tan si quiera poder verlo...bienvenido a mi día a día.