Lo siento,
Te quiero,
Te echo de menos,
Me equivoqué,
Y un sin fin de frases hechas que quieren decir tanto...pero que pocos sabemos valorar. En parte, porque son frases demasiado devaluadas por su uso. Quién no habrá dicho un "lo siento" hasta la saciedad o hasta que le han mandado directamente a la mierda. Es un ejemplo. Me sigues, ¿no?. Por otra parte, pocos lo saben valorar porque son pocos los que son capaces de decir "te echo de menos" y cuando lo dicen, lo escuchas como un balazo a bocajarro, a pecho descubierto. ME ECHAN DE MENOS. Lo piensas, no sabes muy bien que decir, ¿Qué significa?. ¿No lo sabes?. El ego y nuestra soberbia han desaparecido, se han esfumado y entonamos algo que odiamos, el himno de la fragilidad, cuya letra firma nuestra, hasta ahora escondida, capacidad de equivocarnos. Y si, sentimos. Y aunque hace un mes firmásemos un adiós con un café, a día de hoy puedo echarte de menos. Somos humanos, pero intentamos ser máquinas. No puede ser. No me sorprende que estas elocuciones muchas veces pasen desapercibidas o muchas otras, por no decir la mayoría, nos enmudezcan, si somos los que las recibimos. Porque si somos los que las enunciamos, creerme, muchas puertas cerradas hemos visto en nuestro intento de huir antes de pronunciar palabras como "me equivoqué".
Es algo que odiamos, asumir errores, nos hace muy frágiles y nos hunde en la oscuridad de aceptarnos tal y como somos, con fallos y aciertos, aunque los fallos si puedes omitirlos, mejor.
¿Estamos idiotas?
Te quiero,
Te echo de menos,
Me equivoqué,
Y un sin fin de frases hechas que quieren decir tanto...pero que pocos sabemos valorar. En parte, porque son frases demasiado devaluadas por su uso. Quién no habrá dicho un "lo siento" hasta la saciedad o hasta que le han mandado directamente a la mierda. Es un ejemplo. Me sigues, ¿no?. Por otra parte, pocos lo saben valorar porque son pocos los que son capaces de decir "te echo de menos" y cuando lo dicen, lo escuchas como un balazo a bocajarro, a pecho descubierto. ME ECHAN DE MENOS. Lo piensas, no sabes muy bien que decir, ¿Qué significa?. ¿No lo sabes?. El ego y nuestra soberbia han desaparecido, se han esfumado y entonamos algo que odiamos, el himno de la fragilidad, cuya letra firma nuestra, hasta ahora escondida, capacidad de equivocarnos. Y si, sentimos. Y aunque hace un mes firmásemos un adiós con un café, a día de hoy puedo echarte de menos. Somos humanos, pero intentamos ser máquinas. No puede ser. No me sorprende que estas elocuciones muchas veces pasen desapercibidas o muchas otras, por no decir la mayoría, nos enmudezcan, si somos los que las recibimos. Porque si somos los que las enunciamos, creerme, muchas puertas cerradas hemos visto en nuestro intento de huir antes de pronunciar palabras como "me equivoqué".
Es algo que odiamos, asumir errores, nos hace muy frágiles y nos hunde en la oscuridad de aceptarnos tal y como somos, con fallos y aciertos, aunque los fallos si puedes omitirlos, mejor.
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