Nada se para,
nada espera.
O te mueves
o te pasa por encima la vida y su rueda.
Es cierto.
Pero
me quedo siempre quieto,
inmóvil (hasta) de pensamiento,
las dificultades me atenazan e incluso antes de afrontarlas se que estoy muerto,
sin escapatoria,
sin victoria.
Una montaña sin equipo de escalada,
sin oxígeno,
sin ganas.
Lo veo venir,
me coloco en el centro,
dejo que me arrolle,
pero no quiero,
MUERTO.
Otra oportunidad pasada,
otra frustración más a la espalda,
vuelta a empezar.
¿Miedo a fracasar?
Al fin y al cabo,
siempre es tarde para reflexionar.
nada espera.
O te mueves
o te pasa por encima la vida y su rueda.
Es cierto.
Pero
inmóvil (hasta) de pensamiento,
las dificultades me atenazan e incluso antes de afrontarlas se que estoy muerto,
sin escapatoria,
sin victoria.
Una montaña sin equipo de escalada,
sin oxígeno,
sin ganas.
Lo veo venir,
me coloco en el centro,
dejo que me arrolle,
pero no quiero,
MUERTO.
Otra oportunidad pasada,
otra frustración más a la espalda,
vuelta a empezar.
¿Miedo a fracasar?
Al fin y al cabo,
siempre es tarde para reflexionar.
Comentarios
Publicar un comentario