Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de octubre, 2016

Caos; confusión, desorden.

Caos, últimamente todo en mi es caos, oscuro, veloz, sin sentido, lluvia que empapa y no deja ver absolutamente nada cuando más lo necesito. Soy silencio, soy un número de teléfono aleatorio con una fría fotografía en tu jodido teléfono. El espejo me escupe cosas que ni siquiera entiendo, miro al suelo, todo es silencio, soy viento que rompe contra una pared sin hacer ruido, sin importar nada, sin ser nada, absolutamente nada. Dame un minuto y te lo explico, pero al siguiente ya me habré ido, no importa lo mas mínimo lo que pase en este metro cuadrado en el que respiro, suspiro, sudor frío, solo se pasar desapercibido.

Y volar se volvió difícil, casi imposible.

Con los pies enfangados en el barro de la culpa y las alas inutilizadas por el peso de la inseguridad, le es muy difícil volar. Qué decir de andar, cada paso cuesta mucho más que el anterior, volviéndose casi un sueño dar el siguiente. Al final, no va a ningún lado. Camina despacio y no vuela, a pesar de ser un ángel con fecha de caducidad,  parece como si le sobrase tiempo, tratando con arrogancia y desprecio las oportunidades de sacudirse las alas y echar a volar, porque seguramente ya habrá otra oportunidad, ¿Verdad? Ángel iluso. Mañana querrá volar de verdad,  con todas sus ganas pero será ya mayor. Sus alas se habrán olvidado de él y sus pies al intentar andar sonarán como las cadenas de un reo condenado a pena de muerte. Ya es tarde. Se mira al espejo, ve arrugas donde antes sólo veía una radiante sonrisa y tristeza,  mucha tristeza. Rabia. Siente en cada centímetro de su cuerpo que ha perdido el tiempo,  sabe que jamás volará, que está cada minuto más cerca