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Retales I

Todo comienzo es un final encubierto,
toda cara tiene su cruz,
toda huida hacia adelante tiene sus cabos sueltos,
todo beso acaba clavándose al final
en forma de puñal.

INSPIRA,
Suelta todo el aire

despacio.

Elige,
vivir o morir quemado
por la angustia de no saber que hubiera pasado.

Aunque al final siempre te acaban apartando,
sin avisar,
sin parpadear.

Sin un adiós,
sin nada más que un silencio
cada vez más largo,
palabras con pausas cada vez
más
espaciadas.

Duele,
demasiado,
es imposible controlarlo,

y,

como estas líneas,
escritas a plazos,
a ratos,
a lágrimas,
cosidas con el paso del tiempo,
para así poder entenderlo.

Para así poder entenderme,
mi vida pasa,
pero se arrastra,
se queda en los huecos del eco de palabras pasadas,
sonrisas mustias que un día lo fueron todo.

Lo que me llenó un día,
ahora me vacía al poner la vista atrás.

Nada tiene sentido,
ni esto que lees,
ni lo que pienso.

Da igual,
al menos ya ha dejado de llover
por un momento.










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